¿El Psicoanálisis crea Dependencia?

¿El psicoanálisis crea dependencia?

No y sí. Para responder a esa pregunta nos tenemos que remontar un poco a cómo los seres humanos estamos hechos y a nuestras capacidades adaptativas.

Necesidad de Vínculos

Los seres humanos somos primates y en tanto que tal somos animales eminentemente sociales que necesitan tener vínculos fuertes. El primero de estos vínculos se llama el apego y se establece con la figura principal de cuidados, generalmente la madre. El bebé/niño humano necesita sentir que puede depender intensa y seguramente de alguien. Si ese vínculo no llega a establecerse, o se establece de manera irregular e incierta, el desarrollo del ser humano sufre.

Dentro de los primates, se observa que cuanto más cerca esté la especie genéticamente de nosotros, más la necesidad de ese vínculo se acrecienta. Los etólogos han descubierto, por ejemplo, que los chimpancés pueden criarse con un muñeco de trapo que les alimenta con biberón, pero los bonobos, nuestro pariente genéticamente más cercano, se mueren si se crían sin contacto físico con una figura cuidadora. En 1965 un investigador austríaco-estadounidense, René Spitz, publicó su libro, "El Primer Año de Vida del Niño", en el que describió un síndrome llamado hospitalismo en bebés humanos huérfanos que tenían todas las necesidades físicas cubiertas (alimentación, cobijo, limpieza etc.) pero que no establecían un vínculo con alguien. Esos bebés se iban apagando poco a poco y a veces no sobrevivían.

Resultado de Vínculos Insatisfactorios

Esos son los casos más extremos. En casos menos extremos entra en juego uno de los rasgos que distingue el ser humano de los otros primates: su extraordinaria adaptabilidad. El ser humano es capaz de adaptarse a muchísimas situaciones diferentes con tal de sobrevivir. Por lo tanto, es posible que el primer apego no se haya llegado a establecer de manera segura pero el niño sobrevive porque encuentra maneras de protegerse de esa falta y de la necesidad que deja.

En general, la manera que encontrará para protegerse es distanciándose de esas relaciones que son tan frustrantes, protegiéndose de necesitar a otro que le va a frustrar. Paradójicamente, haciendo esto se protege pero también se priva de exactamente lo que necesita. Es decir, cuando sea adulto necesitará y temerá la dependencia con la misma intensidad. Esto dificultará significativamente sus relaciones con otras personas, cosa que puede llevarle a buscar ayuda.

Consecuencias en Terapia

Ahora podemos responder a la pregunta inicial. Para alguien cuyas necesidades de apego/dependencia han sido suficientemente satisfechas en su infancia empezar una psicoterapia psicoanalítica o un psicoanálisis no provocará una dependencia notable. La necesidad de ayuda será vivida serenamente y la persona podrá vincularse al psicoanalista con la confianza de que esa necesidad no durará más tiempo de lo necesario.

Sin embargo, para alguien cuyas necesidades de apego/dependencia no han sido suficientemente satisfechas, empezar una psicoterapia psicoanalítica o un psicoanálisis provocará la aparición de la intensa necesidad de y miedo a la dependencia. No es que el psicoanálisis cree dependencia, sino que el dispositivo terapéutico y el encuadre facilitan su aparición en aquellas personas para quienes es una dificultad central. 

El hecho de que esa necesidad y ese miedo aparezcan en la relación terapéutica es una ventaja para el paciente y el psicoanalista porque les va a permitir trabajar sobre ellos de manera muy directa y real y resolverlos a medida que vayan apareciendo.